Todos los involucrados en la vida de la escuela somos responsables de todo lo que atañe a la vida de nuestra comunidad, que plantea nuevas formas de interrelación donde cada individualidad late en el todo, a la vez que es consciente del todo, donde la responsabilidad no deberá perderse en una masa despersonalizada, ni recaer en una sola autoridad. Nuestra escuela requiere libertad para elegir nuestros maestros, aplicar los programas escolares, definir nuestra estructura económica y desarrollar nuestra propia modalidad de organización interna, que, a través de la Asociación Civil, está enmarcada en la legislación de los centros educativos privados y cumple con sus requisitos vigentes.

Hay tres ámbitos que abarcan la vida de la escuela:

  • Esfera cultural (actividades pedagógicas). Este es el ámbito de la libertad. Los maestros son libres en su clase, porque conocen a cada niño y cómo deben propiciar su desarrollo aplicando los programas escolares.
  • Esfera jurídica (reuniones y relaciones sociales). Este es el ámbito de la igualdad. Todos tienen las mismas obligaciones y derechos, en base a una misma responsabilidad.
  • Esfera económica. Este es el ámbito de la fraternidad. El trabajo humano como creación no puede comprarse ni venderse y no debería considerarse como una mercancía. El ideal hacia el que nos dirigimos es que cada familia realice un aporte económico de acuerdo a sus posibilidades reales y que cada maestro reciba el dinero que le permita cubrir sus necesidades.

Economía de la escuela

El costo regular mensual se reune gracias a la suma de los aportes de todas las familias, para lo que cada familia establece un compromiso de aporte mensual acorde a sus posibilidades.

La escuela es una Asociación Civil sin fines de lucro que no recibe ningún tipo de subvención estatal ni privada. La comunidad escolar se pone en funcionamiento generando proyectos sociales que complementan la economía de la escuela.

Para más información visitá www.claradeasis.com.ar